Las Acebeas-Navalperal, Un Paraíso Verde

9/10/2019

Las Acebeas-Navalperal, Un Paraíso Verde

El sendero PR-A 176, Las Acebeas-Navalperal, discurre por uno de los espacios de mayor protección del Parque Natural, el Área de Reserva de las Acebeas-Nava del Espino. El paraje de las Acebeas es un auténtico paraíso verde y uno de los puntos de mayor singularidad botánica de la Península. Debido a su exposición norte se da un microclimaelevadamente húmedo y fresco difícil de encontrar en el sur. La abundancia de lluvias hace que aquí crezcan avellanos y acebos -propios de latitudes septentrionales-, y destaquen plantas trepadoras como la hiedra y la clemátide, la fresa silvestre y la hepática noble. Esta ruta es una de las más hermosas, no sólo de la Sierra de Segura sino del Parque Natural, por la singularidad y variedad de los entornos por los que discurre. En poco más de tres kilómetros nos encontraremos con tres zonas -paisajística y botánicamente- muy diferentes: la primera, un espeso bosque que no nos dejará indiferentes; la segunda, el ascenso hacia Navalperal con panorámicas bellísimas; y, por último, la planicie, el calar de la cima.

Desde el inicio, el sendero está bien señalizado y no tiene pérdida en los cruces con los que nos encontramos. Trancurre por una pista en buen estado y la parte final, hasta la caseta de vigilancia, por una estrecha senda. En el calar cada uno puede caminar a su aire.

En el inicio de la ruta nos adentraremos en un bosque de cuento. Cierta irrealidad se irá apoderando de los sentidos. Entre la tupida arboleda nuestra mirada no podrá evitar pararse a buscar duendecillos, o tal vez a la niña de caperuza roja y a su feroz enemigo. Pasaremos junto a las ruinas de una casa sombreada de arboleda gigante y rodeada de helechos, y agudizaremos el oído, pensando que quizás sea esa la casa del bosque de Hansel y Gretel. Lo cierto, es que nada más iniciar el sendero, en unos cuantos pasos, nos habremos transportado al norte peninsular e incluso al centro y norte de Europa, y puede que terminemos por olvidar que estamos en Andalucía, en la provincia de Jaén.

Después de este primer trayecto que ha sido un agradable paseo con poco desnivel, llegaremos al Cortijo de las Acebeas, y desde ahí comenzaremos el ascenso, todavía entre un tupido bosque en donde continúan presentes los acebos y en donde encontraremos robles, arces y encinas. A mitad del recorrido el bosque empezará a clarear y veremos pinos laricios de ramas y troncos sinuosos, retorcidos por las inclemencias de las intemperies que soportan. Disfrutaremos de unas panorámicas bellísimas que nos acompañarán hasta el final del sendero, situado en la caseta de vigilancia que se encuentra empinada, casi haciendo equilibrio, en el pico de Las Acebeas. Desde ahí, se nos abre la otra vertiente, con panorámicas tan hermosas como las que disfrutamos durante el ascenso.

Pero en este punto, final del sendero PR-A 176, no debemos acabar la ruta, antes de descender debemos dar un paseo por la gran planicie o calar; paraje conocido como Navalperal, en cuyo punto contrario al de la caseta se encuentra el pico del mismo nombre. El calar es el tercer tipo de paisaje que nos regala la ruta. Esta planicie y su soledad te atrapan, no encuentras el momento para emprender el descenso mientras paseas entre sus pastos y florecillas y te detienes junto a los increíbles cortados de la ladera occidental, que otra vez te ofrecen impresionantes panorámicas.

EL GRAN BOSQUE

ASCENSO A NAVALPERAL

En el horizonte Cerro Pedregoso, los Caralejos y el Calar del Río Mundo

EN LA CUMBRE

Trecientos sesenta grados de vistas espectaculares

De izquierda a derecha: Calar de la Sima y Cerro de las Mentiras, el Rayo de Navalasna, Calar de Morillas y Calar de Nava del Espino. A los pies, tupida como una alfombra, la Sierra del Agua.